¿Se están modificando los modelos de negocio con la aparición del software libre?
Se puede dar veracidad a que el software libre no creó nuevos modelos, sino que
ha cambiado el equilibrio de fuerzas entre los modelos tradicionales de
negocio.
Hace 30 años el modelo de negocio apostaba fuerte por la venta de
equipamiento y el software se regalaba. Al igual que la documentación,
el soporte técnico también era una gran fuente de ingresos así como las
mejoras a medida. Ese era el equilibrio en aquella época. Al llegar los
80, surgió un nuevo modelo de negocio que apostaba fuertemente por la
venta de licencias de uso, y se minimizó el peso del resto de
actividades (el caso de la venta de equipamiento es el más notorio con
la aparición del PC). Llegado el año 2000, con la madurez del software
libre, el equilibrio dentro del modelo vuelve a balancear sus fuerzas y
hay empresas que han restado peso a la venta de licencias de software y
han potenciado otras actividades como el soporte, los desarrollos a
medida, la implantación y demás. Este cambio en el peso de cada
actividad ha beneficiado mucho a la PYME local, que en muy pocas
ocasiones ha conseguido posicionar sus desarrollos dentro del mercado
global de venta de licencias de uso y no era más que un revendedor de
las licencias de terceros, con el inconveniente añadido de no poder
hacer mejoras a esos productos por su cuenta. Con el software libre
empresas locales pueden apoyarse en grandes desarrollos libres y
adaptarlos a la realidad local, cobrando por ello. Se me ocurren campos
como el de los CRM y su localización al euskera o a la normativa local,
por ejemplo.
¿Cuál será el papel que juegue el software libre en el desarrollo de la administración pública?
Software libre y administración pública son un binomio que tienen que
ir siempre de la mano. El software libre beneficia a la administración
en la medida en que supone ventajas en cuanto a costes de licencias,
máxima posibilidad de adaptación sin depender de proveedores únicos y
con la participación de empresas locales, uso de estándares y de
formatos abiertos que no supongan trabas a los usuarios de sus sistemas
(la temida “discapacidad tecnológica”), etc.
Por otro lado, la administración solicita desarrollos de software
todos los años y sería muy provechoso para la comunidad del software
libre que utilizaran una licencia libre. De hecho es de lo más lógico,
los desarrollos que se han financiado con el dinero de toda la sociedad,
deberían estar disponibles a todo el mundo. Hoy por hoy todavía queda
mucho por hacer en este sentido, pero a nivel del País Vasco hay una
buena sintonía entre la SPRI y la comunidad de software libre vasca. Con
la Administración Española las intenciones no están tan claras y el
concepto de “neutralidad tecnológica” que manejan, en mi opinión, es
totalmente equivocado. Desde la comunidad de software libre no se
pretende obligar a usar software libre en todos los ámbitos públicos,
solamente se exige que el software elegido no limite los derechos y
libertades de la ciudadanía y que, en condiciones similares, se trate de
elegir software libre por sus beneficios secundarios en la sociedad.
¿Un pronóstico de futuro para el software libre? ¿Es una moda pasajera o será un cambio de paradigma?
Si conseguimos que no se produzca ningún atropello por la vía
legislativa con la aprobación de las patentes de software en Europa o
similares, el software libre convivirá por muchos años con el software
privativo. No creo que ninguno de los dos modelos desbanque al otro.
Tengo mis dudas acerca de la madurez tecnológica de la sociedad europea
para valorar el daño que podría ocasionar una legislación a favor de las
patentes de software y mis dudas se convierten en certezas cuando leo
algunas declaraciones de políticos en Bruselas. El modelo de patentes de
software está fracasando estrepitosamente en Estados Unidos e
importarlo aquí no haría sino agravar el problema. El software ya tiene
suficiente protección legal con el copyright, reconocido
internacionalmente. No necesitamos minar nuestros prados para que el
ganado del vecino no paste en él, basta con poner unas vallas y un
candado.
Considero que ese cambio de paradigma ya se ha dado: una empresa de
desarrollo de software privativo ya no tiene a sus usuarios cautivos,
porque sabe que como no los trate bien, como no los mime, buscarán
alternativas en el software libre, incluso en los casos en los que la
alternativa libre sea inferior técnicamente (no todos los usuarios de
Microsoft Word necesitan usar todas sus funcionalidades, quizá
OpenOffice Writer haga todo lo que necesiten y mucho más). Esto ha
supuesto una motivación extra a las empresas de software privativo para
mejorar, y eso es bueno.
Mi bola de cristal tiene nubes, pero me aventuro a decir que el
futuro de la informática está en la Red y en la interoperabilidad.
Necesitamos software que entienda miles de formatos y pueda generar
otros tantos, que pueda comunicarse casi con cualquier otro programa y
que lo haga a través de redes muy heterogéneas. Google está entendiendo
esto muy bien y está llevando muchas de las aplicaciones típicas como
ofimática o retoque fotográfico a la Red. También ha sido visionaria y
se ha dado cuenta de que no todo es Red y a veces necesitamos trabajar
offline. El resto de empresas grandes están en la misma línea, por lo
que todo apunta a que en los próximos años, éste será el tablero de
juego.
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